El universo es muy complejo de entender, siendo uno de los mayores misterios existentes en nuestra sociedad global. Conforme van pasando los años, sabemos un poco más acerca de él, pero si quisiéramos resolver todo el misterio que abarca a nuestro universo a detalle, nos costaría toda una eternidad. Entre los diversos estudios que ayudan a comprender el misterio del universo, destaca el del investigador Percival Lowell, que en 1906 denomino a un hipotético planeta, el planeta X, el cuál lo consideraba el noveno planeta de nuestro sistema solar, a pesar de no hallar su ubicación exacta. Últimamente, se están llevando a cabo estudios similares a los que realizó Percival Lowell, tratando de comprobar la existencia del planeta X, mediante diversas teorías y afirmaciones pero los resultados no conllevan a la resolución a detalle del misterioso planeta X.
Actualmente existen tres teorías acerca de su origen: la primera está sustentada por la universidad de Lund y afirma que el planeta X sería un exoplaneta captado por nuestro sol, la segunda teoría es que se haya formado en la misma ubicación que ahora se encubre, y finalmente está la tercera teoría que está planteada por Batiguín y afirma que el planeta X se habría originado cerca del sol y se habría ubicado en donde se presume actualmente, debido a las estrellas que se encuentran alrededor. Su existencia se puede presumir porque diversos cuerpos menos han seguido en algún momento orbitas fuera de su lugar habitual. El profesor de astronomía planetaria del Caltech, Konstantin Batiguín y Mike Brown, firmaron un artículo que presume mediante afirmaciones la existencia de un planeta de 5 a 10 veces el tamaño de la Tierra. Todo ello se puede explicar porque se cree que seis objetos espaciales habrían sido arrastrados y tendrían una inclinación hacia una misma dirección como si fueran jalados por una fuerza mayor. Pero dejando de lado las teorías, hasta el día de hoy no se sabe la ubicación verdadera del planeta X, ya que no contamos con la suficiente tecnología y ciencia como para poder solventar el misterio.
Para concluir, se puede determinar que el planeta X es una realidad pero se podrá ubicar y conocer mas a detalle cuando dispongamos de la tecnología suficiente como hacerlo en un futuro. Se concluye que existen una serie de misterios por resolver en nuestro universo y este misterio del planeta X es solo el comienzo para conocer luego misterios más profundos que podrían cambiar la forma en la que percibimos las cosas y nuestra forma de concepción, pero todo ello se resolverá poco a poco, dependiendo de la velocidad en la que avance la ciencia y la tecnología.